Tu Naturaleza - Rosa

Introducción

A lo largo de los tiempos las sacerdotisas utilizaban el símbolo de la rosa como herramienta de purificación y sanación.

Las rosas, como símbolo de sanación, es como un vórtice energético con geometría sagrada que con la capacidad de absorber cualquier energía para poder ser procesada, evacuada y evaporada.

En la medida en que un “inicado” empieza a practicar diferentes herramientas de purificación como el yoga, la meditación o cualquier práctica de sanación, empiezan a liberarse acu mulados energéticos estancados y a acelerarse el proceso de evolución espiritual y por consiguiente a “quemar karma.”

Estas herramientas nos ayudarán a gestionar y procesar todas las energías y bloqueos nuestros o absorbidos de los demás para facilitar nuestro proceso kármico, de evolución, transformación e iluminación.

La rosa es un símbolo de sanación muy efectivo para el despejamiento personal y de otras personas. Representa la pureza de la afinidad con uno mismo. Esto significa que nos ayuda a liberar todo lo que no somos nosotros mismos. Con este elemento podemos limpiar pensamientos obsesivos o inútiles, imágenes mentales arraigadas por experiencias pasadas, juicios o creencias que no nos sirven, energías que hayamos absorbido de otra persona o que nos haya sido enviada, y cualquier otra energía antinatural a nuestro modo de ser inherente.

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Afinidad con uno mismo

Nuestras personalidad, gustos, rechazos, pasiones, fobias, simpatías, nuestra cultura, nuestro modus operandi, obedece a un sistema de creencias basado en experiencias recopiladas a lo largo del camino de nuestra alma.

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Esto que hoy te define, no hace parte de tu esencia verdadera e infinita que es puro amor y luz. En la medida que nos purificamos, vamos limpiando estas capas que nos nublan la verdadera esencia del mundo.

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La técnica de las rosas nos ayuda a liberar todas esas imágenes guardadas en la memoria de nuestro cuerpo asociadas a creencias o emociones que ya no nos rinden servicio y que por el contrario nos pueden bloquear.

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Tienen múltiples formas de utlizarse para vaciar la mente y liberar nuestro cuerpo sutil y centros energéticos.

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Aplicaciones.

Miedos y fobias: podemos liberar miedos crónicos o inmediatos.

Pensamientos negativos con respecto a personas, anticipación de situaciones negativas, recuerdos negativos del pasado.

Tendencia emocional negativa como falta de amor propio, desconfianza, culpabilidad, victimismo, vergüenza, hábito de procrastinar, etc.

Hábitos insalubres o adicciones: morderse las uñas, ver novelas dramáticas, etc.

Traumas: podemos ayudar a procesar y disolver imágenes mentales asociadas a recuersoas traumáticos.

Negatividad absorbida de los demás: ya sea alguna variante de magia negra o simplemente rabias de otros hacia nosotros, algún pensamiento obsesivo de alguien hacia nosotros, o energías, bloqueos o aprendizajes de otros que absorbemos empáticamente, o por un lazo de lealtad.

Bloqueos: si sabes que debes tener un bloqueo porque algo no fluye en tu vida, puedes usar las rosas para limpiar “lo que sea que esté bloqueando”, y observar lo que sale hacia la rosa. En este caso, la práctica de soplar rosas nos puede ayudar a obtener más información de auto-conocimeinto para trabajar en nuestra auto-terapia. Si sabes de que se trata o como obtuviste el bloqueo, puedes usar esas imágenes para soplarlas en rosas.

Auto-protección: Dejar una rosa permanentemente delante del aura y moverla al lugar donde creas que se necesite, o poner rosas en todas las direcciones por fuera del aura para que absorban cualquier energía que transite alrededor.

            Colocar una rosa en la parte posterior del aura es beneficioso para que sea menos susceptible a invasiones o ataques psíquicos. Si eres de las personas a quienes les cuesta trabajo visualizar la parte de atrás, o tienes el aura muy retraída ahí, es beneficioso hacer el ejercicio de sostener esa visualización. De esta manera, se fortalece tu aura.

Las rosas de autoprotección deben conectar con la tierra y tener raíces.

Finalmente somos nosotros los que tenemos la responsabilidad de no ser cargados con “basura psíquica” o que nos convirtamos en víctimas.

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Ejercicio para el despejamiento y purificación con rosas.

1.      Haz la meditación inicial para centrar y ordenar tu energía: conéctate a la tierra, crea límites saludables en tu aura y haz fluir las energías terrestre y celeste por tu ruta vertebral, ponlas en automático.

2.     Visualiza la rosa en la parte de tu cuerpo donde quieres liberar una imagen, dolor, juicio, creencia, o que simplemente quieres limpiar.

3.     Coloca la imagen de la persona, un símbolo de los pensamientos negativos que tienes hacia ella, un símbolo de los miedos, juicios o creencias que quieres limpiar, o simplemente observa la calidad de las imágenes que espontáneamente fluyen hacia la rosa cuando estableces la intención de sanar con ella.

4.     Una vez que la rosa se llena, “soplas la rosa”, es decir, la sacas volando por fuera del edificio donde estás y visualizas como estalla en el aire: “PUF”.

5.     Vuelves a crear otra rosa y sigues con el procedimiento hasta que ya sientas que estás limpia y liberada.

A tener en cuenta:

–       Si la rosa se cierra, es porque la energía es densa y debes soplarla y generar otra rosa para seguir limpiando.  Cuando deje de cerrase es porque ya se ha ido lo más denso.

–       Es muy importante que la rosa sea expulsada y estallada por fuera del aura, de lo contrario, parte de la energía quedará otra vez en tu campo electromagnético.

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TAREA de la semana.

Tarea:

Hacer la meditación con rosas para cada pensamiento negativo, miedo, dolor o incomodidad que tengas en tu cuerpo o mente.

Observa como te sientes después de hacer el ejercicio.

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