Introducción
La conexión con la tierra es parte de nuestra naturaleza, pero como muchos de nuestros sistemas naturales, esta conexión está rota o fragmentada, creando dificultades para armonizarnos.
Cuando restauramos esta conexión, creamos una forma de procesar energías que a su vez están ligadas a emociones estancadas, liberándolas. Nos permite sentir estabilidad, tranquilidad.
Nos permite habitar nuestro cuerpo físico en su totalidad creando más presencia y más claridad en nuestras vidas.
Nos ayuda a procesar las emociones que generamos en el día a día.
Los ejercicios que aprenderemos en este módulo son la base de todos los demás. Es importante practicarlos todos los días por lo menos durante una semana, antes de pasar a los siguientes ejercicios.
Conectarse a la tierra es sacar raices, volvernos estables, habitar nuestro suelo, estar presentes.
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¿Qué es cimentación?
Conectar con la energía telúrica, con el ser consciente que es este planeta y del cual somos parte.
Recobrar la polaridad correcta con la tierra: como un imán, que por un lado atrae y por el otro repele, debemos estar con «nuestro imán» atrayendo la tierra, no repeliendo.
Estar presente, estar en el cuerpo. De esta manera no tendremos «habitaciones», rincones o espacios de nuestra energía, desamparados.
Habitar nuestra naturaleza humana. Muchas veces desalojamos nuestro cuerpo humano por que esta vida es dura, pero la única forma de ascender y evolucionar es abrazar nuestra naturaleza humana.
Estar presente y disponible para lo que ocurra.
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¿Por qué es importante estar en conexión con la tierra?
Es indispensable estar en el cuerpo para poder procesar emociones y energías kármicas. Muchas veces podemos hacer mucho trabajo espiritual pero quedarnos con la energía flotando por encima de la cabeza, sin enraizarnos, acumulando información sin poder integrarla y así no asimilar las enseñanzas espirituales. Podemos volvernos propensos a almacenar bloqueos que nos impiden avanzar y volvernos propensos a absorber energía psíquica y kármica de otras personas.
El proceso de ascención (auto-realización), implica bajar el cielo a la tierra. Que el espíritu logre habitar totalmente el cuerpo y para esto, el cuerpo debe estar energéticamente despejado y armónico.
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Diferentes formas de conectar con la tierra.
1. Abrazar un árbol.
2. Caminar sin zapatos en el pasto o la tierra.
3. Caminar en la naturaleza. (Bosque, llano, desierto, etc.)
4. Masajear los pies con una cuchara de acero inoxidable.
5. Meter los pies en agua con sal marina.
6. Recobrar la conexión energética con la tierra desde el primer y segundo chakra. Con la meditación de este módulo.
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Meditación de conexión a tierra.
En esta primera meditación vamos a lanzar un cordón de luz desde el primero o segundo chakra, hasta el centro de la tierra y vamos a probar diferentes colores con diferentes cualidades para escoger el que más nos haga sentir bien. Esta meditación no hay que volverla hacer con todos los colores. Simplemente la haremos escogiendo rápidamente el color que más se ajuste a las necesidades del momento.
Por ejemplo azul si hay miedo, rosado si hay tristeza, etc. No hay necesidad de conocer los colores y saber sus cualidades pues esto puede cambiar de persona a persona. Por lo pronto simplemente experimenten.
Arriba está la meditación guiada para el cordón a tierra.
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Ejercicio de Cimentación
Esta meditación es super importante como base para todo el resto de los ejercicios que vamos a hacer durante el curso. Es muy importante hacerla todos los días, varias veces al día.
Ejercicio de Cimentación con Ascensor
Esta meditación es la misma de conexión a tierra, solamente que el cordón se agranda y se convierte en un tubo, a través del cual «bajamos» a la tierra. Esta técnica le gusta a mucha gente. Incluso la hacen antes de sentarse a trabajar para poder concentrarse mejor.
TAREA de la semana.
Tarea:
Hacer la conexión a tierra todos los días, no importa donde estés, con la grabación o sin la grabación. Desde el carro o en el trabajo. Lo importante es volverse expertas en ello. Cuanto más energía mental le pongamos a algo, más real se vuelve.
De esta manera también estarás evacuando, como por un sifón, todas las energías viejas, estancadas que no te estaban permitiendo conectar a la tierra.
Cada vez que hagas el ejercicio, escoge el mejor color para ese momento.
“Mi experiencia personal y en la enseñanza a muchos alumnos no me ha hecho creer que el concentrarse durante una semana en conectarse a la tierra sea opcional, aunque algunos tengan tendencia a saltárselo. Aquellos que realizan esta semana de forma consistente se sienten más conectados a la tierra, más presentes y disponibles para la vida y la sanación que aquellos que se han mostrado menos diligentes. Aquellos que se salten este paso pueden encontrarse con que el proceso de sanación dure más, que sus desarreglos emocionales se extiendan más en el tiempo y que su percepción sensorial plena les sea menos útil y accesible. Por ello insisto en que sigáis el proceso hasta que os resulte automático.” -Amorah Quan Yin
De vez en cuando, durante el día, descargar (inclinándote hacia adelante).
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